Patricia Aznar Laffont

Plata, Moneda, Níquel.

Plata, Moneda, Níquel que brillás Eternamente

Embarrado entre Aguas y Sentimientos Tumultuosos,

Anegado de Tormentos te escondés Lejano

Entre el Tiempo que no cede y las Tinieblas que,

entre añejos Laberintos proclaman Sedientos,

el Fulgor del Fuego que te Mata y te Deshace...

 

Disco Metálico, Plano, en tu Llano existe Descubierto

cada Instante de Avidez de un Sueño o Pesadilla,

 que Caen bruscos en el Túnel Osado del Avaro...

 

Entre los Carbones Ardientes de un Relámpago,

Veo que se Empañan los Cristales y los Espejos,

Que dibujan Deshauciados la Ambición Inalterable,

Atrapada en el Vino del Estío que te Provoca y te Delata...

 

Plata, Moneda, Níquel que imperás fascinando en lo Eterno,

En el Abismo Brutal de la Necedad de los Hombres:

 

¡Sabés a Sabiendas que tu Sueño es un Infierno!...

 

 

(Patricia)