Cuando al morir
sienta el viento agitar
las hojas de la higuera,
y las gaviotas grises en la playa
alcen en un solo vuelo
la distancia entre mi sueño
y la esperanza.
Si al contemplar la noche
desde mi cuarto oscuro,
sonidos de otros mundos
se instalen por mis ojos
hasta crear con mi visión
más sombras.
Un solo pensamiento,
solo un deseo pido,
una razón por haber sido siendo,
que por vivir viviendo
me atesora:
que la muerte me transforme en un recuerdo
y no en olvido.