Huyo,
huyo de mis presentimientos,
de mis sombras;
huyo desnudo por las ciénagas,
huyo del silencio que devora mi corazón,
huyo de mis sueños, de mis anhelos,
huyo como un gusano, arrastrándome,
pidiendo un rayo de luz que se vislumbre
por la rendija del postigo del silencio.
huyo de mí mismo, vacío de alma,
sin sustancia, sin esperanza.