Y así comenzó, después de varios lustros,
el que fuera resultado de la, hasta ahora,
mayor catarsis de mi vida.
Y tu, siempre a mi lado, acompañándome en cada oración elevada a Dios nuestro creador,
invitándome a tener esperanza sobre una realidad que ha dolido en sobremanera
que como siempre te digo,
de ser cierto todo esto
es un sinsabor tan grande que alcanza el helar de huesos en el más escalofriante de los momentos,
donde el sueño que mal predice, la visión, la locura que trastorna, las sombras que acechan,
el peligro del inminente final
y las miradas que se pierden en la oscuridad de los ojos a quien pertenecen,
juntos se mecen y bailan una canción que nunca se escucha hasta cuando yaces entre este mundo y el limbo.
Y cuando es absurdo ya, siquiera voltear a ver la maravilla de la luz que Dios ha creado,
cuando los ojos cansados solo esperan que la marea se siga moviendo,
cuando tuve hartos los oídos de escuchar lo mismo,
cuando creí que no podía más, apareciste tu.
Así de la nada.
Irradiando en avanzada, haciendo no sé de qué manera, surcos en las tinieblas,
partiendo con filoso afán los miedos que me tenían presa,
sin conocer a ciencia cierta mi pasado pero si mi presente,
y con carácter admirable y contundente
esquivando los roces de la respetable muerte.
Luz boreal que cobijó mi mirada, caminamos juntos, muy juntos entre la gente,
abriéndonos paso con resplandeciente palpitar en el corazón.
Dejando huella con el grafito a cada renglón,
así exactamente es que comenzó.
Mientras escribía nuestra dulce historia de amor.
Escribe algo para mi, y aunque no lo decías yo plasmé letra por latido por segundo y por latido de nuevo.
nunca me lo pediste y aún así volvería a hacerlo.
Escribe algo para mi…
Si vos me lo pides, claro, dame hojas blancas que yo cierro los ojos y de pensarte un momento te escribo el mundo entero con el placer como tintero.
Dime cómo le hago si quiero plasmar sobre tu cuerpo,
quiero que sea ya mismo la hora de nuestro tan ansiado y esperado momento.
Déjame escribirte con mis besos, quiero un tocar tu piel y hacerte versos,
bailamos por las noches y por los días y por las tardes en el regocijo del tenernos.
Es tan sutil como magnificente el sentir que me provocas en cada respiro,
nos dimos vida en la supuesta vida, ahora es vida, contigo es vida.
Dile ya al periodo de tiempo, que se apresure, que le ayudamos a transcurrir para desestabilizar los relojes
que se quede junto nuestro
para llegar ya a cuando al fin de todos los tiempos
tú y yo nos encontremos.
M.M.P.