De entrada la desidia
para luego ver la envidia
que seguida de la tirria
va buscando la salida
del pasado de la vida
del presente que lo mida
donde gana la pereza
y se pierde la firmeza
dando paso a la torpeza
cuando escribes con fiereza.
Donde vas triste poeta
que tienes vida discreta
cuando vives de opereta
vuelve ya de tu paseo
deja ya de hacerte el feo
y no armes más jaleo.
Que el bostezo quiere un beso
la tontura un embeleso
y el amor te tiene preso.
Baja ya de aquellas nubes
sube y baja si no subes
y volvamos a los clubes
donde éramos felices
no me toques las narices
que no sabes lo que dices.
De asonantes, consonantes
fueron versos desafiantes
que leyeron los infantes
cuando iban para reyes
caminando entre los bueyes
estudiando viejas leyes.
Pero calla ya, vieja musa
que la pluma se engatusa
que la rima ya es difusa
que la mano ya me duele
que la cena ya se huele
y que nadie me la vuele.
Fueron versos sin sentido
los que ahora tú has leído
y es por eso que te pido
comentarios con estrellas
de las buenas de las bellas
tal si fueran huellas.
M.