No soy río, soy mar,
océano violento
que envuelve las mañanas,
indomable salvaje
que busca sus ancestros
enmedio de la noche…
Golpeando las jarcias
del velero indolente
de una vida cualquiera,
mi océano insondable
se debate entre el viento:
camino hacia adelante
y vuelvo siempre atrás…
El sino de los hombres
es morir en la playa…