Las palabras se alejan en la noche de los tiempos de la infancia; se agrupan y reviven en cada risa, en cada sueño, y se apartan como olas que besan la playa.
Resuenan en el eco que alejándose nos revive el aroma de la tarde de lluvia; la más alegre que de niño hoy recuerdo.
Como la nave del olvido que nos borra los pequeños instantes de vida, así se aleja la nube que los vientos del sur nos lleva a casa.
Y entre uno y otro segundo de los tiempos que corren, se ven las cosas como un velo atrapado entre los telones del escenario que oculta los protagonistas.
No hay sino deseos de volver por el camino que al dejar atrás nos conduce a la próxima estación; la del tiempo y la memoria.
Caracas, 09 de mayo de 2022.