El instante perdía sus hojas
deshojando al tiempo,
mientras que por la brecha abierta
en el seno de la noche
se vislumbraba la luz.
La esencia del ser se ceñía altiva
para dejarlo intacto,
en ese tiempo despojado
con instantes amarillos
y sin hojas.
De mi libro “De encuentros y desencuentros”. 2010 ISBN 978-987-9415-26-9