¿De qué te sirve creer en lo que crees?
¿de que te sirve seguir teniendo fe
en la justicia, en la vida y en los hombres
si acabas siempre “de cara a la pared”?
¿De qué te sirve luchar a pecho abierto,
alzar el rostro, volver a comenzar
cada vez que te dejan cuerpo a tierra
tirado en una esquina o un portal.?
¿De qué te sirve cantar a pecho abierto
cuando tienes deseos de llorar?
¿De que te sirve estrechar las manos
que después, puñaladas te darán?
-me preguntas mirándome a los ojos
entre lágrimas, rabia y ansiedad-
Pues me sirve para ser yo mismo,
para no traicionarme yo también,
para poder pelear por mi destino
sin reproches, sin odios, piel con piel,
para sentir que la vida aun es vida,
para seguir persiguiendo la verdad,
para poder entregar a nuestros hijos
una tierra donde vivir en paz
donde no falte el pan de cada día
donde el amor no se tenga que comprar
donde no haya más dios que el universo
donde las guerras no vuelvan a estallar
donde tu y yo seamos un nosotros
sin miedos, sin rencores sin mas ley
que la que hierve en nuestros corazones,
-paz, justicia, amor y libertad-
donde los jueces no sean mercenarios
donde el dinero no nos agobie mas.
¡Dame la mano y salgamos a la calle
que aun queda mucha mierda por limpiar!