Esta noche me siento triste.
Viejos amores golpean
la puerta de mis recuerdos.
Mi alma responde preguntas
que duelen, que sangran.
Heridas de guerra
contra ejércitos de príncipes azules,
de cupidos vestidos de seda.
En cada batalla, sueños muertos
con espadas de olvido
clavadas a traición.
La puerta al fin se cierra,
comienza la metamorfosis:
el dorado era negro,
el sonido era silencio.
Nace el día...
pero volverá la noche.