Acumulo ya dos décadas, un lustro
una vida, una profesión, amigos y ningún amor.
sigo el camino sin rumbo ni destino
forzando los risorios ya marcados en mi rostro
viviendo momentos fugaces de todos los colores
rojos, negros, morados y grises,
queriendo ser de aquí y de allá en cada parada
pero siempre queriendo regresar con la parvada.
¡Hoy! faltando 72 horas para los 9130 días me pregunto
¿Lo estaré haciendo bien?