No mostrar el asco de infrecuente
ante este oasis que yo llamo casa
con la digna mención de sus esquinas consagradas
dado el colapso que sistematiza tu vivir,
a grandes rasgos un lírico arlequín
y en profundidad pues lo que sigue
a un delirio tan febril
que se me caen las sílabas
solo de pensar que tú aún existes
en este mundo por ahí
sin un cronista para todos tus aciertos y deslices.
Así no más que rimas
en una cápsula metidas
para que el tiempo no las pifie
me cuelo a escondidas
en el rincón que tú me dices;
yo te ofrezco mis caricias,
un amor que es imposible
con la lluvia pasajera
que envuelve esta inconsciencia
programada a mis narices
sin más huelga que la propia
reservando habitaciones
con la ausencia y el olvido...
Yo conmigo sí lo haría
cuando ya nunca nada importe
de cuanto nos doblega sin auxilio
incorregible en esta vida
que se tiñe de ostracismo
en la inmensidad de tu mirada
sin más mundo para abismos
que te encojan en la sangre
el aliento retenido
sofocando aquí está calle
con el llanto innumerable
destronando a tu cariño
si por hoy ya es bastante
lo tomado por desidia.
Demasiados amaneceres
sin la flor de mis delicias,
sin saber si tú me quieres
o es tan solo una ilusión mía
cuando te paseas por mis venas
y más adentro aún hay caminos
que se cruzan e hipnotizan...