A veces me domina el espejismo
en noches de repente sortilegio,
si augura un sentimiento en el abismo
la ilusa inspiración cual privilegio.
Y sé que no coincide el peregrino
instante del amor y el cautiverio,
sagrado en el gozar del clandestino
suspiro redentor del adulterio.
En tanto desafiantes los desiertos
que frisan ilusiones cristalinas,
alaban repentinos los aciertos
del tierno madrigal en las colinas.
Y siento que el ocaso se ilumina
si arropa en la constancia la ternura,
en tanto mi crepúsculo domina
la sombra que conquista su aventura.
A veces es mejor errar al viento
dejando su atavismo entre la brisa.
A veces lo genuino del talento
concibe en el averno la sonrisa.
Aimée Granado Oreña ©
Gota de Rocío Azul