Lleno por ti de fervor
me la pasaba llorando
y tus besos anhelando
con infinito dolor.
Como triste trovador
con tu figura soñaba
y en mi locura buscaba
de tu cuerpo su calor.
Silencioso contemplaba
tu magnífico fulgor,
que tu ingrato desamor
siempre me estaba negando;
¡más un día suspirando
decidí olvidar tu amor.
Autor: Aníbal Rodríguez.