Cuando volvió ha aparecer
los ojos se han llenado
de su tierna mirada
que por tiempo se nublaron.
Como no recordar
sus atributos normales,
Ese telón de su pelo
como reina africana
con el cimbraje elegante
al igual que la gacela,
como bailando en el aire
sus caderas contorneadas
como una fugaz estrella
iluminaba el espacio
con su gracia veinteañera.