Seamos dos rayos que se crucen
en la noche; que enardezcan el cielo,
y que abatan el olvido.
Seamos dos rayos que se crucen
en la noche; para romper los umbrales
y postergar toda la lluvia.
Seamos dos rayos que se crucen
en la noche; sin pensar en un antes,
sin pensar en un después.
Seamos dos rayos que se crucen
en la noche; para crear el eco más creíble
y navegar entre las dimensiones.
En ésta noche seamos uno,
uno con el universo.
Seamos esos dos rayos
que consuman lo inimaginable
entre alianzas de piel y huesos
entre el alma y el espíritu.