Gabriel Pérez Torres

Mi Carta

Encarcelado en seis paredes de madera

Y tú siendo la cadena

Que evita el despegue

De mi alma a la vida nueva.

 

No llores.

Se fuerte.

Te visitaré en la mañana entre los rayos de oro,

Junto a los arcoíris que pintan el paisaje acoro.

Y en la noche, te pintaré un fresco

Lleno de bombillas fluorescentes

En un cielo cubierto de negro.

 

No llores.

Se fuerte.

Te cantaré con el viento

Y crearé una sinfonía

Para que nunca te sientas pequeño.

Te acariciaré con las lluvias de primavera,

Te abrazaré con el calor ardiente del sol,

Y te besaré con el frio de la luna llena.

 

Pues eres tú la que mantiene mi presencia.

Pues eres tú la raíz

Que me sostiene en esta terrible tormenta.

 

 

Solo te pido,

Que nunca me olvides,

Porque mi alma vive en tu memoria

Evitando que mi existencia

Perezca en la historia.

 

Solo te pido,

Que nunca olvides que me he ido,

Porque entonces…

Una pequeña rosa en el viento

Me habré convertido.