Dolor sordo apretado en la garganta,
un erial inundado de rastrojos
y el inútil deseo que me espanta.
Espejismo real en los abrojos,
noche parca, desnuda, temerosa;
sin estrellas el cielo de tus ojos.
De la sombra perenne y dolorosa,
el cristal empañado con la duda,
despreciado el poema en la baldosa.
Tempestad en el centro sin ayuda,
el altar del recuerdo profanado,
selectiva memoria rota y muda.
Corazón en tinieblas, enojado;
enturbiada del agua su corriente;
el amante perdido, revelado
y la herida profunda y displicente.
Crystal CG.