Agustin89

Veintiuno

En una nebulosa de humo dulce y recuerdos añejos,

se mezclan los tantos,

y no veo y no ubico(cual si, cual no),

fuera lo que es aquello que se plantea frente a mí.

 

 


Y los vivos y los muertos en mi añorar,

¿dónde fueron a parar?, los caminos y las novias,

los amigos y las estrelladas botellas que compartimos;

todos juntos, homogéneos, sin fichaje,

sin registro del inexistente tiempo.

 

 

 


Solo una palabra con un valor significativo,

solo momentos fugaces con rostros fugaces,

segundos que se haces años, años que se hacen

experiencia y vida.

 

 

 


Y ese baile lento cuasi eterno, como una cajita musical

que se erosiona como piedra en el mar, salitre que se

mete en los poros y nos da ese gusto, ese vagar oceánico;

danza circular azul y roja,

de anocheceres y amaneceres,

del mañana y del ayer  que conforma

fragmento a fragmento el gran espejo, 

que en algún día nos podremos ver reflejados, y asi,

entendernos.

Los diarios y el alzheimer matutino, las caries y los dientes que ya no tenemos;

lo que no pudo haber sido y viceversa, el cigarrillo que mata 

y los que matan sin necesidad de el; los niños y las drogas, los caramelos y las balas.

 

 


Todo loco, desarmonico, la bizarra realidad que no se ve en los films;

el bar intangible en cual me ubico, que se deshace como oleo en la lluvia, 

y la nebulosa de fina gasa cancerígena que nace como por arte de magia

en el cenicero.

 

 


Colores e ideas que se entremezclan, ideas y el vaso de vino, 

rojo sobre negro, tinto ínfimo en el apagón de mi divagar ausente.

21. Pienso porque existo y pienso: ¿ si grito con fuerza, con fuerza

sobrehumana, romperé esta pecera espejada en su interior,

en la que el mundo se me esconde detrás?

 

 

 

 


Mirare a los astros luz memoriales y apagare el televisor,

eliminare los luceros eléctricos y me bañare en el manto de plata lunar,

permancere inmóvil como la flor que espera el fulgor del amanecer, 

y cantare un soneto mudo a la lluvia y creceré.