Se mueven presencias
en la energía cristalina
que duerme sobre risas y suspiros
a la orilla sublime de lo abstracto
o de la idea.
Lluvias y serenos caen
sobre las sombras de esa esencia
que estalla en intensos sentires
en el centro mismo de lo real
o lo visible.
Esencia vital, inflorescencia,
amor que vuela alborozado
en el ocaso, tal vez extraño,
que cala las almas con jazmines
en esta tarde temprana.
Y ardiendo en los leños del invierno
tras haber envejecido en mil quebrantos
se renueva la esencia enamorada
y duerme en el regazo de miradas
y lozanamente... vive.
De mi libro “De sentires y sentires”. 2008 ISBN 978-987-556-229-5