Cuando hablo del viento se me cruzan ráfagas de sueños y se muestran vivas las canciones del mediodía. Se combinan y me obligan a partir creyendo que el mundo se parece a la sonrisa de la luna en creciente.
De seguro que hasta mis abuelos atesoraron lunas tan claras como las mías...
Carrizal, abril 28 del 2018