Gabriel Pérez Torres

Fabricando Fantasías

Entre el Atlántico y Culebra,

La luna celebraba su noche de doncellas.

Por fin, el cielo era nuestro.

Era nuestro el mundo.

Nuestro el momento.

 

En este sagrado vecindario

Somos bendecidos por este amparo:

Un infinito coqueteando a las estrellas,

Unas nubes persiguiendo su alma gemela.

Y junto a este jardín, nuestro patio:

Un mar besándole el cuello a la arena,

Una oscuridad inquieta

Anhelando la luz de la luna llena.

 

Y en el entorno,

De esta memoria concebida,

Nosotros,

La cobija, Yo y mi Quimera.