Carlos Justino Caballero

LA QUIETUD

 

 

La quietud se detuvo un instante sobre mí.

Otro aire había llamado a la brisa y no estaba.

Y, sentida por las aves que callaron sus voces

quedó sólo el eco de aquello infinito

que salía de mi alma como grato recuerdo.

 

Lo quieto, que se expresaba en el silencio,

escuchaba también al eco y su decir silente,

y quiso quedarse un rato para estar conmigo.

Mi alma agradeció ese gesto del instante

en que la quietud en besos se detuvo.

 

 

De mi libro “De mis últimas letras”. 2020 ISBN 978-729-540-5