Un sonido golpea mi ventana al amanecer
mis párpados pesados se abren extrañados
Mi cuarto entero parece mudado
Hacia otro cielo en otra región
Un sonido que insiste
Como pico de ave
Como dedo suave
Mi cuerpo se alza amodorrado
Y se acerca sin divisar a nadie
Hay un ligero frío de montaña
El presentimiento inminente
De recibir sin motivo un regalo
Otro golpecito dado y por fin
Descorro y abro la ventana
Aspiro el aire de su páramo
Y me envuelve su frío de montaña
Dichoso el amor que desconoce
Distancias, formas y reglas
Dichoso el amor que sabe
Crear la forma y jugar con ella
Sol intenso de cordillera lejana
Que irrumpe incendiario
Páramo inmenso a donde llego
Ansiosa buscando al amante
Y de la cabeza a los pies
Me recorre con sus dedos suaves
Cosquillea con su pico de ave