POEMA DEL AMOR SOÑADO
Te conocí en un frío mes de abril
y desde entonces fuiste pensamiento,
y fue tan grande mi ilusión febril,
que quise loco respirar tu aliento.
Con tu imagen soñaba noche y día,
cuantas veces de amor te quise hablar,
como un algo imposible te veía,
y a solas terminaba por llorar.
Con poemas y flores deseaba
acaso conquistar tu amor sagrado,
escondido en las sombras te miraba,
y soñaba con ser tu enamorado.
Tan solo verte me alegraba el día,
ante mis ojos todo se trocaba
en un jardín de luz y poesía,
y tu nombre en mis labios se quedaba.
Un día se esfumó el bello sueño,
muy tarde a mi pesar lo comprendí,
el cielo que adoré tenía dueño,
a quien ella quería no era a mí.
Al despertar de aquel amargo instante,
sobre mi frente mustia y abatida,
con la muerte plasmada en mi semblante,
rodaba la amargura de mi vida.
El cielo tinto en ocre me bañaba,
y mis manos rozaban el vacío,
mientras alguien muy lejos recitaba,
la sonatina de Rubén Darío.
KIN MEJÍA OSPINA