Detesto a quien presume de poderes
y oculta la verdad con sus mentiras;
y espero, que le calen hoy mis liras,
que llevan nueva luz de amaneceres.
Detesto a los que mienten por placeres
que abrigan en sus egos y en sus iras
que invaden hasta el aire que respiras
y copan la verdad de anocheceres.
Perverso, ya no ocultes más verdades,
que el tiempo escarbará tu desacierto
pues nunca triunfarán las falsedades
que van gestando mucho desconcierto
so pena, de encubrirse en las deidades,
pues pronto tú arderás en el desierto.