La última estación.
Me caí,
iba en espiral
a la profundidad
de tus recuerdos.
Me agarré,
de los bellos momentos
en que juntos,
desafiamos al destino,
en una felicidad….de niños.
Tú y yo,
nadie contra nosotros podía.
Que locura,
jugábamos al abrazo
jugábamos al beso.
Siempre juntos,
siempre atentos
siempre dispuestos.
Pero llegar
a ese fondo
llamado olvido
lo más parecido
a la muerte….da miedo.
Después de amar,
créeme….da miedo.
Si, tan oscura
la noche se presenta
siempre,
siempre así….tan oscura,
como cuando le falta
su luna….que pena.
Ahora comprendo al lucero,
cuanto dolor,
como este silencio atroz
de….no tenerte,
amor mío.
De que vale la vida,
así….sin ti,
como el lucero,
mejor prefiero….morir.
Por eso, amor mío,
te espero
en la próxima primavera.
No llegues tarde,
corazón mío,
El primer tren
de la ilusión
nos llevará.
Seremos,
dos tímidos pasajeros
con prisa por llegar.
Esta vez, ya aprendimos.
La última estación
te ofrece más que un sueño,
es el pisar firme
en un terreno fértil,
es un oler a flores
donde todo sabe a bueno.
No nos dejaremos llevar
por la prisa
ni las apariencias
ni por esos remedos de risas
que ahuyentan.
Esta vez,
juntos haremos mayoría
y nos pillarán escondidos
por amor
en la misma sombra,
en un mismo sueño.
Amor mío.
D.R.A.
Carlos H Ojeda Behr.