Ben-.

Los libros y las noches-.

Aunque de poco te hayan servido,

no dudas en dejarlos aparte

del estéril orden impuesto

en tu vida. Y no por pura apariencia

de rigor, los alabas o los criticas,

con dureza. Se trata más bien

de ocupar un espacio propio,

de tomar aliento en la noche sola,

de aumentar la vida y prolongarla.

De alguna forma, tu existencia

a ellos se aferra, mientras cumples

el ritual de leer siquiera algunas páginas.

 

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