Y cuando asomas
suenan todos los ríos
en mi cuerpo, sacuden
el cielo las campanas
y un himno llena el mundo.
Pablo Neruda
Mía, quisiera besarte
con todo mi cuerpo
y al hacerlo: sonar
las campanas del cielo
al mismo tiempo
y besarte de nuevo
y quemarnos la vida,
cada día como
si fuera el primero.
Mía, el mundo principia
en tus manos de alfarera
suaves como las uvas,
dulces como la tierra
en la vendimia.
Mía, hacia ti emigran
mis pájaros en bandada
y sobre tu cuerpo
y sobre tu alma se anidan.
Ah Mía, ayer y hoy;
mañana y siempre,
siempre Mía;
siempre.
Felicio Flores