Freddy Kalvo

Realidades

En la selva nadie quiere

morir de penosa hambruna

y afilando van las uñas

muchas fieras del presente.

 

Y con pasos sigilosos

unos tigres y leones,

van de día y van de noche,

junto con los mismos lobos

 

atacando las gacelas

a las cebras y venados

que los cazan en los campos,

en los valles y praderas.

 

No es extraño y misterioso

que el más «fuerte» se harte al «débil»;

pero como el ave Fénix:

¡Vuela y abre bien tus ojos!

 

Que si los llevas cerrados

y no miras el entorno

te convertirán en polvo

si te vas al camposanto.

 

Nunca ignores ni tu sombra,

si la sombra ha de engañarte.

¡Ay de aquel que nunca sabe

que ignorar no es poca cosa!

 

Ten la duda razonable

que las razonables dudas

muchas veces nos ayudan

pues del malo no hay que fiarse.