Se rompe el mágico encanto
de la belleza , el trato y atención
cuando llega el desamor al corazón
se torna la ilusión en llanto.
Las quimeras se pierden como el canto
del armonioso sonido de un diapasón
que vibra al compás de la pasión
de la más tierna noche de amor;
la frescura de un romance divino
se pierde como el rocío de la tarde
que cobarde huye de la alborada;
la cándida relación desesperada
que fluye entre rosas y espinos
no tiene salidas ni caminos;
nada queda del idilio salvaje
que navegó entre mares y ríos;
no tuvo cordura ni aprendizaje
cayó muy profundo al precipicio.