Quisiera agradecerte todo lo que me hiciste sentir,
empezando por todas las sonrisas que te di,
las lágrimas que con amor secaste
y las otras que por traición causaste.
Agradezco también las peleas
donde parecía que era más fácil dejarlo todo
que ponernos codo a codo
y sobreponernos a cada una de ellas.
Despertaste cada sentido en mí,
un lado de mí que antes no conocí,
habitaste cada poro de mi piel,
decoraste con besos todo mi ser.
Ahora no sé nada de ti,
pero espero que seas feliz
con la persona con la que estás
y si por algún motivo piensas en mí,
deséame salud y bienestar.
Quiero agradecerte el no haberte quedado,
honestamente me estabas lastimando
pero era tanto mi amor que no quería aceptarlo,
tenía la esperanza de que cambiaras
y que cumplieras tus promesas,
pero no se puede tener todo en la vida
y por eso te escribo esta despedida.
Gracias por lo que compartimos,
te llevo dentro de mi corazón
y aunque esto no funcionó,
te deseo lo mejor.