Doblezero

MECANISMOS DEL TEMOR

 

 

El callejón era inquietante
como una selva en silencio,
las cuatro farolas distantes
dejaban negros intermedios
alumbrando un angosto pasaje
como en el Londres de Sherlock.

La niña ajustaba sus guantes
tozudamente por el miedo
y un individuo renqueante
apareció en el otro extremo
sus pasos crujían el aire
entre pulsos del silencio
y la joven vino a helarse
al sentir como si el eco
de los zapatos golpeasen
el picaporte del infierno.. 

tac....

                tac....

tac....

Traicionada por la niebla
que le impedía la visión,
abandonada por la gente
que no había en el callejón,
ante la soledad tenebrosa
de esa presencia sin color
que se acercaba inexorable
igual que avanza un reloj,
cada vez mas y mas cerca,
alto y mas alto, ¡dong! ¡dong!
como las doce campanadas
del fin de año, pero su voz
se quedo sin fuerza al par
en la mente, en su interior
"tenia en la boca exagerada
con la piel de un ababol,
una garganta roja al fondo
de la que surgía terror".

Le silbaban los dos oídos
por su cruel imaginación,
sentía latir en sus venas
el tambor de su corazón,
quería avanzar sin andar
y pensar no en el temor,
sí en la salida, sí en el final
y en el calor de su habitación,
sí en su papa, sí en su mama
y no en la sangre o violación.