**Amor y nieve**
Una aurora fría fue testigo
del eco de sus palabras,
qué igual que el carámbano
se quedaron en el olvido y congeladas,
cuando le juraba amor eterno
mientras los copos de nieve caían
en los cristales de la ventana,
charcos de agua se hicieron
y allí su cara reflejada,
que al instante se fueron disolviendo
como la sal en el agua,
el eco y la aurora se conjugaron
en ese intenso frío,
mirando aquel riachuelo
que siempre con espejos estaba,
hoy aterido su pecho
con toda la fuerza cree abrazarla,
e implora al sol que salga
para sentir esa tibieza que necesita su alma,
amanece un nuevo día
con él, la nieve vuelve con énfasis a caer,
helándole sus ruegos y la esperanza.
Elena ©