La quise con toda mi el alma
como nunca lo volví a hacer
pero el destino tiene razones
que el corazón no alcanza a entender
Se fue dejando una carta
que mis lágrimas
a penas me dejaba leer
Se iba
me dejaba sin su querer
de nada sirvió quererla tanto
se fue una mañana fría
para nunca más volver.