¨Jesucristo la luz del mundo¨.
Viernes Santo
Redención en la obra perfecta de Dios,
y derramó sangre por el calvario martirizado,
de un dolor y en agonía,
hemartrosis y hematidrosis fue lo que hubo,
por el pecado, por la salvación,
por el reflejo del Cristo en la cruz,
un efigie, una estatua y una figura,
sobre aquella hora nona,
una muerte de una triste pasión,
de un calvario martirizado,
y como una blasfemia no quedó,
sino que es y fue el Hijo amado de Dios,
el que es y será,
el que se fue y viene,
con el perdón quizás,
más no se sabe,
si siempre no hacemos el bien,
fue el pecado un amontonamiento,
a una redención,
o una burla,
de Aquél que de una cruz no bajó,
hasta cumplir la obra perfecta de Dios,
para la sanación, la culpa y la fría tentación,
en que se enajena su obra,
pero, quedó por siempre,
es el más escuchado, amado y con fe se ama,
es Jesucristo,
el que es y vive,
el que se fue y viene,
con vino en mano,
con la sangre en redención,
una gota es suficiente,
para aquél que cree en Él,
es Jesucristo el rey,
y con ley regresa,
pues, su mundo no es de los vivos,
sino su reino no tiene fin,
y con recelos su vida,
será que por los siglos de los siglos,
ha de ser el rey de los judíos,
INRI, Iesus Nazarenus Rex Iudaeorum,
más su esencia y su presencia,
será como la cruz del madero,
con sangre derramada,
por una rebelión y una redención,
sí, en la hora nona del viernes santo,
a las 3 de la tarde en Jerusalén,
y acá en Norteamérica alrededor de las 8 de la mañana,
es el Cristo el Dios de todo,
el que es y salva,
el que es y será,
como las nubes en sus pies,
vendrá a reinar,
y nunca su reino tendrá fin…
Por: Srta. Zoraya M. Rodríguez
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