Tu mano en la mía es la luz que me ciega,
Tus dedos son pinceles que trazan un camino.
La claridad que emite tu tacto
Ilumina mis pasos, mi ser, mis sentidos.
Tus ojos son cielo hecho de noche,
Constelaciones que se encienden en tu mirada.
Miro perdido en esos astros
Y me pierdo, a la vez que me descubro.
Con tus brazos me sostengo y me elevo,
Alas que me hacen volar.
Tu abrazo es el horizonte
Donde anidó mi alma.
Los círculos que tu cuerpo describe,
Son esferas que me atan y me liberan.
Prisión de carne y hueso
De la que no quiero escapar.
Tu tacto dibuja la luz en mi piel,
Tus ojos son cielo celeste en el iris.
Con tus brazos extiendo mis alas
Y salto.
La luz es tu mano que me ilumina,
El cielo, los astros que brillan en tus pupilas.
Y nuestros cuerpos, piernas que se entrelazan,
Espectro del fluído que me atrapa.
A tu alrededor el vacío se desvanece,
Tu mirada es la que me da densidad.
A tu lado el flujo de las formas se detiene,
Y puedo nombrar cada detalle.
Manos que acarician, ojos rodeando soles,
Abrazos de cúpula.
Aquí convergen línea, cielo, extinción y amor.
Mi poesía: tu cuerpo, el amor.
Manos, ojos, círculos.
Brazos, pupilas, carne mía
Enredada en la tuya propia,
Que se pierde en el vértigo
De nuestros cuerpos amándose.