Haz Ámbar

Qué elección ya si no ir soñando...

Qué elección ya si no ir soñando

todo lo que falta a mis razones demasiado

con la mente en otra época

vigilando los obstáculos

en mi línea de borracho

hasta de ti

si es preciso derramar del sol un poco

porque nos invoca

el entramado, el laberinto

y no hay derrota suficiente

para el vínculo romper

entre tú y yo

en esta boca que traspongo

sin que sea motivo de elogio 

 

Y no es que me conforme yo en el fondo

si ya es la hora y tengo todo

lo que necesito con tan solo un buen recuerdo

echar al fuego a ver si prende

 

 

Desangra esta pasión

empezando a mí a olvidarme, 

este sempiterno gozo

peligrosamente al lado. 

 

Muerde el hambre

a tu sombra sobre el charco

y es la paz de estar soñándolo

con los mares a la espalda

agarrando realidad

en la estación sin tren que pase. 

 

Ya apenas me conozco 

al vuelo de estas páginas 

como voy de inconsolable

reclamando resplandor a tu ventana

entre sábanas arrugadas

en madrugadas solitario. 

 

Es de repente encontrarse

tras los mapas

una casa donde estar, 

humanamente desgraciado

soportando lo que hay

de sobra en los rincones

ya de paso a ser quien manda

en la guerra psicológica 

que supone entrar en trance

por ritual con esta droga. 

 

Veo oscuro delante

y me persiguen con lanzas

los segundos clavándoseme,

las circunstancias 

tan nunca amables... 

 

 

Para sosegarme

pienso si cabe

en alguna visual, 

me socavo en el alma

buscando verdad:

el supremo autoengaño

va a dañarme pues nada. 

 

Oculto entre palabras 

tengo el ansia salvaje

que sucumbe a tu roce

cuando pasas volando

sin dejarme ya más...