Te quiero desde un lugar perdido en lo mas profundo de mi alma, desde un espacio donde soy un ser sin espejos, de huellas solitarias, donde un torrente de pasión reina mis silencios, silencios vitales, hurgando entre mis restos vacíos.
Debí haber amado a quienes nunca pude, por esta razón mi pasión ha sido condenada al cautiverio y al ostracismo desde el inicio de los tiempos, una pasión destinada a vagar por mis entrañas, hasta que mis días de otros tiempos llegaron a ti, y el destino hizo lo demás.
Te amo en paz, en esa paz sin olvido, con ese deseo perpetuado en el alma, amo cada palabra de tu nombre y tu sonido cuando te nombro, amo tu despertar y tu existir...quizás nunca imagines cuánto.
Mi humilde ropaje de poeta, es por ti. Amo al poeta, y siempre los amé, porque pueden amarlo todo, aunque el amor les sea esquivo, aunque nunca hayan sido amados. Amo a los poetas y al universo que los ilumina, la luz que los inspira y la sangre azul que viaja por sus venas. Amo la soledad de sus lágrimas y los sueños que los habitan, amo la inmensidad de sus almas enamoradas.
Quizás, ahora puedas comenzar a imaginar porqué te amo tanto, tú inspiras mi vida, mi canto, mis silencios y mis alegrías; mis letras, que hace mucho tiempo estaban abandonadas entre las grietas de mi alma...estaban lapidadas por seres que debí querer pero que nunca pude hacerlo.
Te amo...como el viento de primavera ama la fragancia de los rosedales, bajo un cielo pletórico de asombrosos colores.