Alberto Diago

¡Baja ya de la cruz... !

¡Baja ya de la cruz...

mi amado Cristo!,

no es necesario

continuar con tu suplicio,

pasaron ya de cuatro mil

la cuenta de solsticios,

y los humanos no comprendemos

tu valioso sacrificio.

 

¡Baja ya de la cruz...

mi amado Cristo!,

que los humanos aún

nos vendemos por monedas,

que todos nos arrodillamos

ante las altas esferas,

y tus misioneros acarician 

menos al dolor que a las riquezas.

 

¡Baja ya de la cruz...

mi amado Cristo!,

que aquí matamos

al que no ha nacido,

y al anciano o al que sufre

le acortamos lo vivido;

y los reyes, a sus pueblos

los mandan al exilio.

 

¡Baja ya de la cruz...

mi amado Cristo!,

que el hombre jamás

abandona la soberbia,

que se inventa, por dinero,

tantas guerras,

y parece disfrutar, el manchar

con sangre... la tierra.

 

¡Baja ya de la cruz...

mi amado Cristo!,

¡ve con tus ángeles,

elévate glorioso!

No cargues la culpa 

del hombre y sus pecados,

¡que Judas no se ahorcó...

vive y se ha multiplicado!

 

xE.C.