Vi una sombra acercarse lentamente,
llevaba una guadaña y un sombrero
de copa,
sobre el sombrero una pluma;
el insoportable peso de la pluma
hacía que la sombra se balanceara
y la guadaña segara el aliento
de las conciencias melancólicas
como plumas que el viento arrastra
a un acantilado.