Das pistas, tecleas silencios,
multiplicas los sueños, escenificas
misterios.
Dulcificas los labios ¡cómo
de cobalto se ponen, cuando
la piel, con un beso, rompes!
El pentagrama de ausencias
y naufragios que soy, quitas,
y un muro de agua entorno a mí,
se va formando.
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