interpreta las señales
-los vientos cantan y las flores bailan-
hay un susurro en las montañas
que vociferan nuestros nombres
-tuyo soy y te llamo mía-
con el arribo de la noche
las estrellas están inquietas
atestiguando nuestra entrega
no temas la llegada de la alborada
y mi partida inminente
vive este instante al máximo
y que las yemas de tus dedos
dejen sus marcas
en el contorno de mi boca
cierra tus párpados
para eternizar nuestra unificación
y en la sincronización
de nuestras palpitaciones
bebe mi embeleso
-ahora que mi aroma
envuelve tu desnudez-
de la intensidad de este encuentro
dependerá la perpetuidad
de nuestra conexión
y mañana que mi cuerpo esté inerte
-y mi corazón quede silenciado-
el sol te hablará de mí
cuando te bese las mejillas
con sus rayos seducidos por ti