Me asoma un suspiro
que cae flojo al agua
como una gota de rocío
que serena queda helada
Por debajo pasa el río
altivo y presumido
de plata reluciente
húmedo y erguido
En la orilla los sauces
quieren beber de su agua
pero los juncos pardos
no les dejan tocar su cara
Breve armonía alada
en tu venir arrollador y luminoso
Bizarro nido bruñido
de tu venir lejano y medroso
Como una magna sierpe
revira sobre sí mi río
Se cinta grácil y ondulante
Se requiebra con arrojo y brío
La luna coqueta lo corteja
derramando su luz de plata
El astro sigue el galanteo
hasta el albor de la mañana
Detrás viene el sol
Se perfila su tersura
Rompiendo el infinito
Rasgando la negrura
Me asoma un suspiro
que en volutas baja
hasta sus claras gotas
en la alborada helada