En un cuento de hadas contado por ranas venenosas, una princesa y un príncipe enamorados se encontraban cada noche, hablaban de todas las locuras posibles del mundo y apreciaban las madrugadas tibias de su pequeño universo creado de amor, era de ensueño como sus almas conectaban y sus corazones vibraban juntos.
Pero como en todo cuento contado por ranas venenosas existe un nudo donde los protagonistas recibieron tormentas en cada una de sus mentes, desacuerdos, tristezas y vacíos en sus almas, llegó la oscuridad ante sus ojos y cegados de ira destruyeron y dejaron las ruinas de lo construido en la puerta.
La princesa tuvo que marcharse del castillo y como desenlace no volver jamás porque si volvía una vez más serían infelices para siempre, a veces puede que extrañe al príncipe, que quiera buscar su calor, que anhele de nuevo su presencia pero en todo cuento contado por ranas venenosas colorín colorado esta historia ha terminado y para siempre se habrán dejado.