Pronto llegaremos.
Que tan cerca
de llegar estamos
podemos percibir
lo angosto del camino
pero no su final.
Si solo tuviéramos
más tiempo
nuestra curiosidad
nos dejaría dormir.
Veríamos los veloces
rezagados a un lado
y sin aliento,
los fuertes que siempre
querían ser los primeros,
ahí….caídos.
Serían reflejo
de un intento fallido
del que quiere llegar
pero llegar siendo
siempre el primero.
Encontraríamos el orgullo
que muchos soltaron
por que ya al final
del camino
pierde su valor y pesa.
Por este camino atestado
de dolor y frustración
me encuentro,
me veo rezagado,
temeroso….sin ganas
de seguir.
Mi Alma,
ya no tiene prisa
creo que se consumió
con el tiempo.
En esta tercera edad
aprendemos que se va
más cómodo
si se va ligero.
La bondad
remplaza el egoísmo, y,
al orgullo….una sonrisa.
Si, tarde, pero aprendemos.
Ahora, así es más fácil,
el dejarnos acompañar,
llegar y ser la diferencia
en la vida de alguien
mientras podamos caminar.
Amigos míos.