Ha llegado el momento de partir,
dejar atrás todo lo que fue,
dejar que el viento se lleve el dolor,
y que el tiempo sane lo que ya no fue.
Quizás nos veamos en otro lugar,
en otra vida, en otro momento,
o tal vez este adiós sea para siempre,
y nos quedemos en el recuerdo.
Pero sea como sea,
te llevaré siempre en mi corazón,
con el cariño que nunca morirá,
con la esperanza de un reencuentro.
Así que no llores por mi partida,
solo recuerda los momentos vividos,
y si alguna vez el dolor te invade,
sabes que estoy aquí, siempre contigo.
Gracias por los momentos compartidos,
por los recuerdos que guardaré con cariño,
por enseñarme que el amor no tiene límites,
y que aunque nos alejemos, sigue siendo nuestro camino.