No quedará en la Noche
el Brillo Sinuoso de una Estrella…
No quedará el Alba Ceniza
que comprime las Desérticas Batallas,
De lo acontecido en este Albor de las Acabadas Musas,
que Ultrajadas,
Se Confiesan…
No quedará ni la Suma ni la Resta de lo Perdido,
en el Innombrable Universo…
No quedará el Espacio
ni el Sudor Hambriento del Hombre que gime
Sus Desdichas…
En el último Agujero Negro
de aquel Intemporal Cero,
Destruiré el Polvo del Polvo Humeante,
que se Retuerce en Vano,
en el Ocaso de un Poniente,
aullando el Tiempo Inexorable
que se desmadra en la Historia,
que Perenne,
ya ha Sido...
(Patricia)