A mi dieta he dicho adiós
por la gula desmedida,
¡no me cabe más comida!...
hoy mi cuerpo es el de dos.
¡Un milagro pido a Dios!
No me veo en la piscina
con un tanga..., ¡vaya ruina!.
Aquí yace un seductor,
que hoy es boya y flotador
por amor a la cocina.
Por amor a la cocina
comí huevos con jamón,
los torreznos y el morcón.
La torrija me fascina
y, ¿si es pizza...? Ya alucina!!!;
Los pestiños son clamor
y, mi cuerpo un gran traidor,
pues con mimo y con cuidado
siempre tierno lo he tratado
y él me paga con grosor.
Rafael Huertes Lacalle