Yo canto a la margarita,
la reina de la primavera,
no descansa en el estío
y hasta el frio invierno
no adormecerá.
Oh margarita que harían
sin ti los enamorados,
tú el camino les abres
al arrebato y la sangre
les alteras.
Oh margarita,
flor sencilla y candorosa,
tan bella, tan copiada
y enigmática silenciosa;
flor de círculo amoroso,
tus pétalos dubitativos
encarnar el ardor adolescente.
Oh mística margarita,
Tantos sueños rotos
Tu circulo ambarino esconde
el secreto de cupido, ante
ti seducidos pretendientes
pleitesía te someten.
Oh margarita,
reina de las flores silvestres,
reina de la primavera,
toda Afrodita entera,
diosa de amor hecha belleza.